El primer equipo femenino sufrió una dura derrota ante un Bergara que supo aprovechar sus oportunidades y mostró una gran solidez en casa. En un partido marcado por la efectividad del conjunto local, las de Morales no encontraron su mejor versión y terminaron cediendo un 4-0 que supone un tropiezo en su largo y bonito camino.


El partido comenzó con un Antiguoko bien plantado, intentando imponer su estilo de juego basado en la posesión del balón. Sin embargo, el encuentro dio un giro inesperado en el minuto 25, cuando el Bergara aprovechó una jugada directa para encontrar la espalda de la defensa visitante y abrir el marcador con el 1-0. El golpe afectó al equipo, que trató de reaccionar, pero apenas seis minutos después, en el 31’, el Bergara amplió su ventaja. Un preciso lanzamiento de falta encontró la cabeza de un rematador local, que mandó el balón al fondo de la red para el 2-0. Con ese marcador adverso, el líder se marchó al descanso con la necesidad de cambiar el rumbo del partido.


Tras el paso por vestuarios, el conjunto celeste movió el banquillo e introdujo dos cambios, además de modificar el sistema táctico en busca de una remontada. Sin embargo, cualquier esperanza de reacción se desvaneció rápidamente. Nada más empezar la segunda parte, en el primer minuto, el Bergara aprovechó un saque de esquina para anotar el 3-0 y dejar el partido prácticamente sentenciado. Pese a la dura desventaja, el equipo no bajó los brazos y buscó recortar distancias. Generó varias ocasiones claras, pero la falta de acierto y la solidez defensiva del Bergara impidieron que el marcador se moviera a su favor. Cuando el partido agonizaba, las nuestras seguían intentándolo, pero fue el Bergara quien, en el minuto 90, cerró el encuentro con una contra letal que supuso el definitivo 4-0.


 Esta derrota supone un duro golpe para el equipo, que hasta ahora había mostrado una gran regularidad en el campeonato. Sin embargo, el equipo sigue líder y tiene margen para reponerse. Ahora toca aprender de los errores, seguir trabajando y demostrar en la próxima jornada que lo ocurrido en Bergara fue solo un mal día.