Sabía el primer equipo femenino que el del domingo  se presentaba como un duelo complicado, marcado por la solidez defensiva del rival. Y así fue, ya que desde el inicio quedó claro que no iba a ser un encuentro plácido, pero el conjunto celeste afrontó el reto con ambición.

En los primeros compases, el Antiguoko trató de imponer su juego y, en el minuto 25, logró adelantarse en el marcador. Una gran jugada individual de Sara terminó con un pase preciso para Ainhoa, quien no desaprovechó la oportunidad y firmó el 1-0. Con la ventaja, el equipo buscó ampliar la diferencia para encontrar mayor tranquilidad, pero en una acción desafortunada, el Urola consiguió empatar el encuentro. A partir de ese momento, el partido se equilibró y, hasta el descanso, apenas hubo ocasiones claras para ninguno de los dos equipos.


Nada más iniciarse la segunda parte, el Urola sorprendió y se puso por delante en el marcador tras una jugada convulsa. Con el 1-2, el equipo reaccionó de inmediato introduciendo cambios que surtieron efecto de manera instantánea. En su primera intervención, Del Río puso un gran balón a Ainhoa, que estuvo a punto de empatar. Pocos minutos después, la misma Del Río colocó un centro preciso al área, donde apareció Garbi para rematar y devolver la igualdad al partido.


Con el 2-2, el equipo dirigido por Morales se volcó en busca del gol de la victoria, generando varias ocasiones. El esfuerzo tuvo su recompensa en el minuto 88, cuando Del Río, protagonista de la segunda mitad, enganchó una volea espectacular desde 25 metros tras la salida de un córner, firmando el definitivo 3-2. La euforia se desató en el equipo, que celebró el gol con una piña que reflejaba la unión del grupo.


En los minutos finales, el conjunto celeste tuvo oportunidades para ampliar la ventaja, pero el marcador ya no se movió. Fue una victoria trabajada y sufrida, pero muy satisfactoria, ya que una vez más el equipo demostró su capacidad de reacción y su carácter competitivo. Sin importar las dificultades, nunca dejó de creer y peleó hasta el final. Ahora, con la moral reforzada, el equipo ya pone la mirada en el próximo desafío: el partido contra el Zumaiako, segundo clasificado, el sábado.