Como ya se dijo en la previa, ayer en Fandería fue el último partido de liga que dirigió el técnico Pablo como entrenador celeste, ya que no podrá continuar por cuestiones laborales. Habiendo estado tres años y medio, las temporadas realizadas en Liga Nacional y Liga Vasca Cadete han sido muy destacables. Pablo se ha comprometido desde el principio con la filosofía del Antiguoko Kirol Elkartea y también fuera del campo en todo momento ha trabajado mucho para ser compañero de viaje en la prolífica trayectoria del club. Dentro del campo, ha tenido un papel fundamental para impulsar el desarrollo integral de los jugadores, y la mayoría de los jugadores que actualmente están en los dos primeros equipos han pasado por sus manos. En consecuencia, sólo nos queda darle las gracias y desearle la mejor de las suertes en su trayectoria personal y profesional.
Junto a esto, presentamos con mucho gusto al nuevo entrenador: Mikel Valcárcel. El preparador trintxerpetarra ha estado en el staff con Pablo hasta ahora y además de ser una persona que conoce bien el equipo, lleva un montón de años trabajando como entrenador. A ti también te deseamos la mejor de las suertes, Mikel, seguro que el trabajo que vas a hacer dará sus frutos.
Final de año con empate para su Cadete de Honor
Penúltima jornada de la primera vuelta y última jornada del año en Fandería contra el Touring, un equipo rocoso que en su casa es muy difícil de batir. El partido comienza ante un bloque muy hundido del Touring donde nos dan libertad absoluta para salir jugando. En este caso, con el medio muy poblado, nos dificultaban mucho la salida y no éramos capaces de superar ese bloque. Una vez flitrados los pases y pasar de esa primera línea de presión situada en medio campo, nuestros ataques no eran nada fluidos porque les daba tiempo a replegar y a llegar a nuestro jugador. Una primera parte donde se podían haber puesto por delante con un mano a mano clarísimo ante Unax que se estrella en el palo.
La segunda parte inicia con un gol bastante tempranero del Touring con un balón parado lateral del medio campo tras una mala salida y un barullo dentro del área. Tras un cuádruple cambio en el ecuador de la segunda parte, empezamos a acumular gente arriba al igual que ocasiones. Llegada tras llegada, llegó una falta en el último minuto que pocos la suelen meter, pero Oihan, con sangre fría, la pega por el lado del portero para darnos el empate a uno y acabar el año con 28 puntos.